Asambleas Ciudadanos


 

las Asambleas de Ciudadanos del Mediterráneo

 

 

Hay que recuperer la voz de la ciudadanía

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Valencia, 06 de julio de 2010.- El fin de semana del 2 al 4 de julio se celebró en Valencia la Primera Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas del Mediterráneo. Este encuentro fue muy dinámico en su desarrollo y se establecieron importantes sinergias entre organizaciones representantes de la sociedad civil y ciudadanos anónimos.


Así, durante la primera sesión se logró establecer la voluntad de crear un espacio mediterráneo a partir de la sociedad civil y con el apoyo de las instituciones. También se puso de relieve la falta de unión entre ambos entes, las desigualdades existentes en el tema de género y la falta de una política económica común que haga avanzar al sur con mayor rapidez.


Mientras se intentaba encontrar una identidad mediterránea, durante la jornada del sábado, no sólo se acercaron posturas, sino que se pusieron sobre la mesa propuestas concretas. Una de ellas fue la del contralmirante Jean-François Coustillière, que planteó "la emergencia de una comunidad mediterránea que una voluntades entre la sociedad civil y las instituciones", y ello entre los países ribereños excluyendo a los que están en conflicto armado. Pero, sobre todo, hizo hincapié en "dar prioridad al empleo en el sur" y en "erradicar las desigualdades sociales y económicas promoviendo la educación".


Además, se pudieron oír manifestaciones tan interesantes como el mensaje del ex alcalde de la ciudad de Valencia, Ricard Pérez Casado, durante la segunda sesión: "hay que recuperar la voz de la ciudadanía". O como la de Vicent Garcés, miembro del consejo consultivo de la ACM que apeló a "hacer de nuestro mar un espacio de paz". Ésta y otras ideas se fueron desgranando a lo largo de tres días en los que alrededor de cien ciudadanos de casi 20 países del norte y del sur del Mediterráneo acercaron posturas para alcanzar un diálogo fructífero.


También se habló de los proyectos económicos futuros y del hecho de que en breve habrá cinco millones de jóvenes del Magreb que buscarán un empleo y Europa los necesitará. "¿Dónde están los proyectos europeos de empleo para el sur?", se preguntaba uno de los participantes.


En este sentido, se han propuesto interesantes colaboraciones comerciales, como proteger el sistema productivo agroalimentario del sur del Mediterráneo, cuyo coste es menor que su proceso de industrialización. También se ha puesto el acento en las energías renovables y el respeto al medio ambiente en el proceso de explotación de los recursos naturales.


Se resaltó, como problema importante, el alto grado de analfabetismo en el sur y la conveniencia de intercambio educacional entre ambas riberas, como ha apostado en llamar Vicent Garcés a la zona en debate. En palabras de Coustillière, "es necesario que las dos orillas comprendan que el choque de las ignorancias es el peso más grande entre nosotros". Por ello, la voz unánime fue que "la sociedad civil debe ayudar a los políticos para que refuercen la unión del Mediterráneo".



 

 

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