Encontraran aquí distintos documentos que aportan una mirada profundizada sobre las múltiples dimensiones de las asambleas de ciudadanos. Los documentos están disponibles en tres idiomas y organizados en función de tres temas :
1. Relaciones entre las asambleas y diálogo de los facilitateurs
2. Desafíos, métodos y retos de las asambleas de ciudadanos
3. Historia y construcción social de las asambleas
* Exposición de Pierre Calame al primer intercambio de experiencias sobre las Asambleas en París los 18-19 de junio de 2008.
"Es un placer y una gran emoción encontrar en esta mesa a la vez viejos amigos, con los cuales hemos ya recorrido un largo camino, y caras jóvenes que nos abren el camino hacia nuevas aventuras.
La idea de Asambleas de Ciudadanos es el resultado de una larga historia, de un largo camino que quisiera reconstruirlo para ustedes brevemente.
1. La idea de Asambleas de Ciudadanos surgió en la Asamblea Mundial de Ciudadanos de Lille
Como resultado de la Asamblea Mundial de Ciudadanos, que se celebró en Lille en diciembre de 2001 y en la que participaron muchos de ustedes, se trazaron lineamientos que desde ese entonces inspiran profundamente la acción de nuestra fundación.
El primer lineamiento es lo que se dio en llamar la agenda para el siglo XXI, es decir todo lo que tenemos que hacer en conjunto imperativamente para llegar a un planeta sustentable y capaz de ser vivido. En esa Asamblea descubrimos que esta agenda es perfectamente clara y que estaba constituida por tres pilares : la ética (sobré qué valores debemos ponernos de acuerdo para manejar juntos nuestro único planeta); la evolución hacia una sociedad sustentable (cuando nuestros modelos actuales de desarrollo no lo son) ; y finalmente un nuevo arte de dirigir las sociedades, una nueva gobernanza, en una etapa nueva de la humanidad en la que los problemas están infinitamente más interrelacionados que antes y en la que no se pueden separar los problemas locales pasados de los problemas globales (todo lo que vivimos cotidianamente une íntimamente lo que sucede a nivel local y lo que sucede a nivel global). De ello concluimos que nuestro deber como fundación era contribuir como mejor pudiéramos al establecimiento de esta agenda.
El segundo resultado mayor de la Asamblea Mundial de Ciudadanos fue la adopción de la Carta de responsabilidades humanas, es decir la afirmación de que podíamos ponernos de acuerdo sobre una ética común. Esta ética común es el reflejo mismo de nuestras interdependencias y está basada en el reconocimiento de que cada cosa que hacemos tiene un impacto sobre nuestros vecinos, cercanos o remotos, y que debemos ser capaces de asumir éticamente este impacto.
El tercer lineamiento era decir: un día tendrán que existir no sólo una Asamblea Mundial de Ciudadanos sino también Asambleas locales, Asambleas nacionales, Asambleas regionales de Ciudadanos.
2. ¿De dónde vienen la idea y los principios metodológicos de las Asambleas?
¿Cómo se impuso esta idea ante nosotros como una prioridad? Para comprenderlo hay que remontarse en la historia, al nacimiento de la Alianza para un mundo responsable y solidario y a las reflexiones que animaron al grupo de Vézelay, que dio origen a esta Alianza a fines de los años 80 y comienzo de los 90.
Habíamos comprendido desde esa época que debíamos enfrentar profundos cambios para la humanidad. También habíamos comprendido que estos cambios eran de escala planetaria. Pero, una vez dicho esto, estábamos frente a ciertos desafíos.
El primero es que, si bien existen interdependencias a escala planetaria, no existe comunidad política en esa misma escala. De allí surge una nueva pregunta : ¿cómo se construye una comunidad, en particular una comunidad mundial, cuando no existe comunidad política?
¿Cómo, a partir de nuestras diferencias, llegar a la idea de una convivencia, a la aptitud de manejar esa convivencia? En general se administran Estados o ciudades, comunidades ya instituidas con miembros, con habitantes, con ciudadanos. Pero, ¿cómo se instituye una comunidad? ¿Cómo se la genera? Ese era el primer y mayor desafío.
Pero, segundo desafío mayor, era que la interdependencia no borra la diversidad. Es imposible construir una convivencia a cualquier escala que sea, si esto no implica reconocer al mismo tiempo la riqueza de la diversidad, si no se la respeta. A partir de allí, nuestro desafío era construir la unidad desde la diversidad.
Una vez planteado esto, ¿de qué diversidad se trataba? ¿Podía reducirse la diversidad a una dimensión que sería la dimensión de la pertenencia social o la de pertenencia a un país o a un territorio? La respuesta era evidentemente no. Tanto más por cuanto habíamos comprendido que no podríamos construir una sociedad capaz de ser vivida sin conectar una cantidad de cuestiones: no hay lugar en el cual se pueda actuar sin cambiar al mundo. Estábamos plenamente conscientes de que las cosas estaban conectadas entre sí.
Por ello, llegamos a definir la diversidad según tres dimensiones: primero, la diversidad geográfica; segundo, la diversidad social y profesional; tercero, la diversidad de los temas a tratar, la diversidad temática. Toda la construcción de la Alianza, en los años 90, se organizó alrededor de la idea de que había que manejar simultáneamente estas tres diversidades, que había que construir el diálogo entre nosotros dentro de cada uno de esos órdenes de diversidad. De allí la idea de grupos geoculturales (diversidad geográfica), la idea de colegios (diversidad socioprofesional), de proyectos temáticos y que había que construir progresivamente, mediante la confrontación de conclusiones extraídas de esos tres procesos, perspectivas comunes. La idea misma de Asamblea de Ciudadanos tuvo desde un principio una importante dimensión metodológica.
3. El desafío de los procesos instituyentes
Se comprende bien la necesidad de instituir una comunidad a nivel mundial. ¿Pero por qué no atenerse a ese nivel mundial? ?Por qué interesarse también por una Asamblea como la Asamblea Maliense de Ciudadanos, pudiendo considerar que existían ya comunidades instituidas y por lo tanto que había desaparecido el desafío instituyente?
La reflexión que hemos llevado a cabo nos ha convencido de que incluso en las comunidades aparentemente instituidas, que disponen de instituciones, parlamentos, gobiernos, administraciones, la existencia de estas herramientas de gestión de la sociedad no garantizaban en nada la permanencia del sentimiento de pertenencia a la comunidad.
Llegué a afirmar en mis propios reflexiones sobre la gobernanza que es indispensable que una sociedad se reinstituya, que una sociedad reinvente su proyecto común. Hemos pensado que este camino por medio de tres diversidades geográfica, socioprofesional y temática, constituía una posibilidad interesante para construir las nuevas perspectivas de la sociedad.
4. Las Asambleas de Ciudadanos, elemento de respuesta a la crisis de la democracia
A esto se agregó una tercera reflexión relacionada con la crisis de la democracia. Las democracias representativas clásicas están en crisis, a escala de los propios países. Es evidente en Africa y es objeto de la Alianza para refundar la gobernanza allí. Es cierto, y aun más, a una escala como la Unión Europea donde las instituciones, las reglas –como las reglas de libre competencia, por ejemplo- han precedido la construcción de un sentimiento de ciudadanía.
Esta es la razón por la cual hemos pensado que una de las urgencias de la democracia era refundarse para pasar de una democracia formal, caracterizada por instituciones, elecciones, a una democracia sustancial donde el conjunto de los ciudadanos pueda hacerse cargo de los retos de la sociedad, se sienta con derecho y con deber de comprenderlas y pronunciarse sobre el tema.
5. Las Asambleas de Ciudadanos, nuevo espacio de diálogo entre las sociedades
El Foro China – India, Asamblea Mediterránea de Ciudadanos, la Asamblea de Ciudadanos del Cono Sud, la Asamblea del Maghreb, parten de la idea de que el recorte de las comunidades humanas por fronteras nacionales o regionales refleja cada vez menos la naturaleza de las interdependencias del mundo. Más allá de las fronteras, las relaciones entre sociedades siguen siendo manejadas por ministerios de asuntos extranjeros – relaciones diplomáticas- o por relaciones entre empresas – relaciones comerciales.
Esto no es suficiente. Los ciudadanos ya no se benefician con esto. Tal como se comprobó a principios de este año, durante los acontecimientos del Tibet y del recorrido de la llama olímpica, las relaciones entre China y Europa son aparentemente muy buenas a nivel diplomático y comercial, pero se ahondan diferencias de incomprensión que van a transformarse en fuente de conflictos cuando se celebran acontecimientos aparentemente secundarios.
Si queremos construir una paz sustentable en el mundo, no hay otra solución que permitir a los ciudadanos mismos hablar de corazón y de frente de los problemas domésticos ahora fundamentales para nosotros, es decir de los problemas del planeta.
Como ustedes pueden observar, la idea de Asamblea de Ciudadanos nació de la convergencia de preocupaciones diferentes pero complementarias: revitalizar la democracia, dirigir las relaciones entre unidad y diversidad, ayudar a las comunidades a instituirse, superar las formas tradicionales de relaciones entre las sociedades".